Pedro Torres ha completado el prestigioso Maratón de Sevilla celebrado el 19 de febrero de 2017, y que mejor que el mismo para contarnos su experiencia:
En líneas generales, me pareció un maratón con un buen nivel de organización. Quizás los accesos mediante transporte publico a la zona de salida, al encontrarse tan lejos del centro, se saturen y obligan a que la mayoría de corredores tengamos que hacer unos cuantos kilómetros a pie, más de los deseables para una carrera de maratón, hasta que llegamos al cajón de salida. Los accesos al ropero y cajones muy bien organizados.
El día amaneció fresco, nublado y con las calles mojadas por la lluvia que había caído durante la noche, por lo que hizo un buen día para correr y el sol solo apareció ya muy avanzada la mañana.
El recorrido plano y la animación concentrada sobre todo a partir del km.35, desde el Parque de Mª Luisa, Plaza España y el centro de Sevilla. Los dos últimos kilómetros divisando el Estadio de la Cartuja, que a esa altura de la carrera parece que se aleja por momentos más que acercarse, y el momento más especial es el acceso a través de túnel y la entrada al Estadio Olímpico dando la última vuelta por la pista de atletismo.
Mi plan de carrera era salir a un ritmo de carrera de 5 minutos el km y acercarme a las 3h 30m. Sabiendo que el maratón es muy largo y la estrategia hay que ir adaptándola a las circunstancias que vayan surgiendo. Desde un primer momento fui a un ritmo de 4:50/ 4:55 m/km. Era el ritmo que me marcaron las piernas y decidí hacerlas caso. Mantuve ese ritmo hasta el km.35 disfrutando de la carrera y de todo lo que se vive en cada zancada.
A partir del km 35, las mismas piernas que me dijeron que iba cómodo a ese ritmo empezaron a indicarme que ya no estaban tan cómodas y que quizás era momento de ir algo más lento por que los últimos 7 kms podían hacerse muy largos. Adapté mi ritmo a una medía de 5:20 m/km, a pesar de ello, ya partir del km.40, las luces de reserva se encendieron y era momento de sufrir, aunque ya se divisaba el Estadio, pero las piernas ya dolían bastante y mandaban mensajes de que lo habían dado ya todo. Quizás esos dos últimos kilómetros fueron los más duros del maratón porque ves que ya no decides tú el ritmo, sino que son las piernas las que deciden llevarte como ellas quieren.
La entrada al Estadio es un momento especial y se intenta disfrutar de esa vuelta por la pista de atletismo, sin duda, esos doscientos últimos metros son los que más cortos se me hicieron de toda la carrera. Al final me salió un tiempo de total de 3h 33' 43".