Son quince kilómetros con dos buenas subidas, una larga y tendida del kilómetro 4 al 6, y la otra algo más corta pero con mayor pendiente del 7,5 al 8,5.
Si a las cuestas les sumamos la progresión del final del entrenamiento, el trabajo dominical está más que hecho en cantidad y, sobre todo, en calidad.
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