Como cada seis de diciembre desde hace once años ya y sin faltar ni uno, pandemias aparte, hacemos esta "quedada" tan especial para regalarnos las increíbles vistas nocturnas de Alcalá que nos ofrece el Ecce Homo. Eso sí, no sin antes pagar el peaje de subir al techo del Parque de los Cerros, lo que amigos míos, nos asegura no pasar frío en los más de once kilómetros de ruta venga como venga el clima de este mes de pleno invierno y llegar con las "patitas" pidiendo sofá a gritos. Pero aún así merece tanto la pena que algunos renunciamos a irnos este puente para no perdernos el evento y sentirnos cual equipo de luciérnagas con nuestros frontales corriendo rumbo a lo más alto junto a nuestros compañeros y otros amigos y conocidos de Alcalá Maratón.
Este año hemos sido algunos menos, pero con las mismas ganas de correr y divertirnos de siempre. Así que a pesar de los "falsos llanos" de Diego y de las siempre "penúltimas cuestas" de Mónica, no han faltado las risas ni el buen humor del que hace siempre gala este equipo.
Y para que los que estuvimos podamos rememorarlo y los que no estuvieron no quieran faltar el la próxima edición, aquí va el también tradicional reportaje de imágenes.
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